Es raro que caiga nieve en París, más raro aún que dure unas horas, es un placer intentar conservarla en fotos. Quería, por supuesto tener la Estatua y, a ser posible, un primer plano. La inmovilidad de la persona que consultaba su teléfono me permitió tomarme mi tiempo y utilizar el paraguas para enmascarar un cartel luminoso en el fondo.